Las peores formas de ahorrar

Las peores formas de ahorrar

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Las peores formas de ahorrar

Ahorrar es un acto casi casi de voluntad, para muchos, se trata incluso de un privilegio. Lo cierto es que quien puede hacerlo, lo hace o por lo menos, lo intenta. En ese intento, muchas personas siguen consejos o ahorran de formas que resultan no ser tan “ahorrativas” como parecen. Aunque no lo creas, las peores formas de ahorrar son las más comunes.

No comer durante un mes técnicamente te ahorraría mucho dinero. De esa forma, ya no te endeudas y te ahorras las visitas al doctor… ¿No tiene lógica, cierto? Puedes ahorrar un poco de dinero, pero el costo, al final, será mucho más alto.

Hay muchas otras ideas que pueden parecer buenas para reducir gastos, pero en la práctica, en realidad hacen que no ahorres absolutamente nada. El desafío es distinguir las buenas maneras de ahorrar de las malas.

Aquí te presentamos las peores formas de ahorrar dinero… que en realidad no te ahorrarían nada.

Comprar ropa o zapatos de baja calidad.

Si unos pantalones cuestan $200, puede que se desgasten después de seis meses de uso normal. En cambio, otro par puede costarte $1500, pero te durará algunos años. Entonces, el par más barato no es realmente tan barato. Esto aplica especialmente en zapatos y tenis. Aquí el “barato” puede significar menos duradero y mal diseñado. El uso de zapatos que no te quedan bien y de fabricación barata puede provocar problemas en los pies o en la espalda.

Evitar ir al dentista

Los dentistas son caros y muchos problemas dentales no parecen tan graves cuando surgen por primera vez. Esto lo tomas de pretexto para no ir al dentista de forma regular. No queremos ser obvios, pero esto es un gran error. Y sí, te ahorras un buen dinero si te saltas una cita con el dentista, pero hacerlo podría ocasionar problemas dentales a largo plazo que terminarían costando mucho más.

Pagar para que te tapen una caries es mucho mejor que pagar por un tratamiento de conducto o algo aún más grande. Visitar al dentista regularmente es una inversión a corto plazo que puede evitar mayores pagos a largo plazo. No ir al dentista es una de las peores formas de ahorrar.

Usar equipo de ejercicio “barato”

Al hacer ejercicio, es importante tener el equipo adecuado. Si usas tenis no aptos para hacer ejercicio, por ejemplo, puedes provocarte lesiones leves y dolor. Lo mismo puede ocurrir con otros equipos, como cinturones de levantamiento de pesas u otros equipos de seguridad.

¿Vas al gimnasio o a una fiesta?. No es imperativo tener el equipo más moderno, pero no tener el equipo, la ropa y los zapatos adecuados podría ocasionar problemas físicos. Además de eso, la ropa de gimnasia debe resistir el uso regular y pesado, por lo que gastar un poco más en ropa deportiva duradera es una buena inversión.

No tratar de arreglar algo si no sabes hacerlo

Hay muchas pequeñas reparaciones en el hogar que puedes hacer por tu cuenta. Incluso algunos videos pueden ayudarte. Por ejemplo, es relativamente fácil arreglar algo que se rompió o resanar los agujeros de la pared.

Sin embargo, en muchos otros casos, si no tienes la capacitación adecuada, será mejor que le hables a un experto. Mira, nunca es una buena idea que un aficionado haga trabajos eléctricos, la plomería debe dejarse en manos de los plomeros, pues no quieres provocar un incendio o una fuga de agua.

Saltarse los cambios de aceite de tu carro

Si alguien le dijera que omitir su chequeo médico anual es una forma inteligente de ahorrar dinero, probablemente se daría cuenta de que el riesgo no valdría la pena. Lo mismo es cierto cuando se trata de tu carro: escatimar en cambios de aceite y otros mantenimientos de rutina podría ahorrarte unos pesos. Eventualmente, es casi seguro que el carro fallará y arreglarlo será aún más caro o peligroso.

No tener seguro de auto

El problema de no tener seguro es que, si bien puedes ahorrar a corto plazo, la decisión podría llevarte a la bancarrota. Si provocas un accidente, los daños a los automóviles no serán tu única preocupación: también tendrás que preocuparte por las lesiones de otros conductores. El seguro de automóvil cubre los gastos médicos de cualquier persona que resulte lesionada en un accidente. Si no lo tienes, serás el responsable y los costos de atención médica serán bastante caros.

En algunos casos, si tu automóvil tiene poco valor de reemplazo, está bien tener solo cobertura de lesiones y responsabilidad civil. Nunca es una buena opción prescindir por completo. Es una de las peores formas de ahorrar.

No hacerse un chequeo anual de salud

Si no te haces un chequeo anual, probablemente no gastes tanto porque el seguro lo puede pagar (o tu seguro social). Pero eso puede conducir a no haber atendido un padecimiento que antes pudo solucionarse o detectarse rápido.

Ignorar la luz de check engine

A veces, la luz de verificación del motor en tu carro puede significar un problema menor. Es posible que la tapa de la gasolina no esté bien puesta o que la luz simplemente deba reiniciarse.

Por eso, es tentador evitar el gasto de revisar tu auto. Además, es posible que no quieras enterarte de que algo importante salió (o saldrá) mal.

Ignorar esto es de las peores formas de ahorrar. Averigua cuál es el problema, en lugar de asumir que no es nada y arriesgarte a que algo salga catastróficamente mal.

Usar remedios caseros es una de las peores formas de ahorrar

Los medicamentos pueden ser costosos, pero a veces son necesarios. Está bien usar remedios caseros para el hipo o el dolor de cabeza. Sin embargo, cuando tienes algo más grave, es mejor tomar lo que el médico recete.

Hay padecimientos que no debes tratar con remedios caseros ni automedicándote.

Olvidar que no es lo que ahorras, sino lo que gastas

Si compras un suéter de $500 con un 50% de descuento, no ahorraste $250; gastaste $250. Independientemente de cuán grande sea el descuento, debes pensar si puedes pagar el monto real o, de lo contrario, podrías no estar “ahorrando” dinero.

Comprar alimentos a granel solo para desperdiciarlos

En las tiendas grandes de almacén puedes ahorrar una tonelada de dinero, pero solo si compras cosas que necesitas. Si compras una bolsa de hamburguesa y tiras la mitad porque se echan a perder antes de que puedas comerlas, has gastado el doble de lo que pensabas.

Lo mismo ocurre con cualquier otra cosa que compres al por mayor. Solo vale la pena si realmente lo usará, y cualquier desperdicio potencial debe calcularse en el costo.

Comprar algo a precio de ganga… cuando ese no es el precio total

Hay muchos casos en los que haces una compra que requiere desembolsos adicionales. Esto significa que el precio a pagar por adelantado no es el precio real.

Por ejemplo, si compras una consola de videojuegos que no viene con un controlador, hasta que compre uno, en realidad es solo una caja bonita, por lo que debe tener en cuenta el costo de uno. Lo mismo es cierto para todo, desde las baterías necesarias hasta cualquier otra cosa que se requiera para que su artículo realmente funcione como debe.

Manejar en lugar de volar

A veces tiene sentido conducir para un viaje en lugar de subirse a un avión. Definitivamente puede ser más barato para viajes que duran menos de un día, especialmente si es con la familia.

Sin embargo, considera el costo real. Si vas a conducir más de un día, entonces debes tener en cuenta los hoteles y las comidas, junto con los costos de casetas y gasolina. Considera el desgaste adicional del auto también.

No llevar a tus mascotas al veterinario

Tu mascota puede parecer perfectamente sana, y probablemente lo sea. Aún así, al igual que las personas, los animales necesitan ir al médico una o dos veces al año (dependiendo de su edad y salud). Sí, probablemente sea costoso, pero una visita al veterinario hoy puede evitar un problema más costoso más adelante.

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